Leer Parte 1ª
Considerando que esas sencillas palabras escritas en mi DNI, María Asunción, representan lo que soy, quien soy, lo que hago, la manera en que las personas se dirigen a mí, hablan de mí a terceros, en resumen, YO, no creo que sea positivo estar peleada con mi nombre porque sería estarlo conmigo misma. Para reconciliarme con Mª Asunción, tuve que esforzarme en indagar hasta qué punto el nombre verdaderamente suena bien ó mal, y si se trata de mi propia percepción o la del resto de personas. He consultado, curioseado, analizado y me he llevado más de una sorpresa. En realidad, mi nombre es la herencia de mi progenitora que, a su vez, lo recibió en memoria de una hermana de su madre muy querida en la familia, la “Tía Asunción”. Si seguís el enlace, comprobareis que el motivo por el que se eligió este nombre para mi madre fue el de recordar a alguien muy especial en la familia y ella me lo trasladó a
Os invito a hacer lo mismo a todos los que hayáis tenido algún problemilla con vuestro nombre porque cualquier proceso de sanación, de búsqueda, de bienestar pasa por la aceptación de uno mismo. Así que primer ejercicio: ¿Qué te parece tu nombre? ¿Te hace sentir bien pronunciarlo, escribirlo, oírlo o verlo escrito? Te sorprenderá la importancia de este ejercicio y para qué lo utilizaremos en el futuro...