jueves, 4 de agosto de 2011

Mens Sana In Domus Sana

Existe una rama de la psicología que estudia la influencia que el entorno tiene en los seres humanos, cómo nuestras percepciones se ven influenciadas por la luz, las formas, los espacios, etc. Esto provoca un cambio en las emociones y por tanto también en el comportamiento y el estado de ánimo.
Se trata de la Psicología Ambiental.
El Interiorismo abarca el diseño de espacios tanto habitacionales como laborales, destinados al ocio, educativos, sanitarios, comerciales, efímeros y, en general, todos los ambientes en los que desarrollamos nuestras actividades y funciones. De cómo estén solucionados y pensados cada uno de estos interiores van a depender las reacciones sensoriales que nos van a producir a nivel físico y en nuestras emociones a un nivel más interno y menos evidente. Cada "acto visual" ya sea un rincón, una luz de una lámpara, la pintura de la pared...va enviando mensajes subliminales a nuestro cerebro: de agrado y desagrado, orden, caos, estrés, serenidad y un largo etcetera. Una vez estos espacios son utilizados, habitados, recorridos... se perciben las informaciones relacionadas con el confort, la comodidad, así como la facilidad ó dificultad para usarlos. Esto nos lleva a que en determinadas ocasiones optemos por uno u otro lugar para realizar nuestras actividades y a decidir si permanecemos en ese entorno o decidimos salir corriendo.
Un interior diseñado desde el punto de vista psicológico y emocional va a potenciar la percepción de aquellas emociones que queremos conseguir, ya sea con un fin personal (en nuestra vivienda), comercial (por ejemplo un restaurante) ó terapeútico (una clínica).